En un país amenazado por las sanciones y la destrucción después de 10 años de guerra, las personas mayores, enfermas o con discapacidades se han quedado solas.
“Me convertí en refugiado siendo un niño, como el Niño Jesús, que también tuvo que huir con su papá y su mamá”.
“En la misa del domingo los yihadistas entraron en la iglesia con pistolas y nos rodearon. Mataron al sacerdote y a cinco parroquianos delante de nuestros propios ojos.”